domingo, abril 20, 2008

De loba a loba


Para ella, un gruñido y un zarpazo desde mi alma... auuuuuuuuuu!!!!!

Tomado de Mujeres que corren con lobos, de Clarissa Pinkola Estés.

HOMBRES Y LOBOS


Los hombres exterminaban sistematicamente a los lobos en el norte de la región de los Grandes Lagos; donde quiera que fuera, los lobos eran perseguidos de distintas maneras. Aunque muchos los consideraran una amenaza, yo siempre me sentía más segura cuando había lobos en los bosques.
Dicen que hay un lugar del desierto en el que el espíritu de las mujeres y el espíritu de los lobos se reúnen a través del tiempo. Un desierto es un lugar en el que la vida está muy condensada. La vida en el desierto es pequeña pero brillante y buena parte de lo que ocurre tiene lugar bajo tierra . El desierto no es tan exuberante como un bosque o una selva. En él las formas de vida son muy intensas y misteriosas.
Lo digo con afecto y con lenguaje sencillo, tanto si eres un lobo negro como si eres un lobo gris del norte, un lobo rojo del sur o un blanco oso polar, ten por cierto que eres la quinta esencia de la criatura instintiva. A algunas personas no les gustará que olfatees las cosas para ver lo que son. Y tampoco les gustará que te tiendas de espaldas en el suelo y levantes las piernas en el aire, qué horror. Lobo malo. ¿Tienen razón?. No. Tú sigue adelante y diviértete.

LA LOBA

La loba canta con tal intensidad que el suelo del desierto se estremece y, mientras ella canta ,el lobo abre los ojos, pega un brinco y escapa corriendo cañón abajo. En algún momento de su carrera, debido a la velocidad o a su chapoteo en el agua del arroyo que está cruzando, a un rayo de sol, o a un rayo de luna que le ilumina directamente el costado, el lobo se transforma de repente en una mujer que corre libremente hacia el horizonte, riéndose a carcajadas.
Dicen las canciones primitivas: " Recuerda que si te adentras en el desierto y está a punto de ponerse el sol y, quizás te has extraviado un poquito y te sientes cansada , estás de suerte, pues bien pudiera ser que le cayeras en gracia a "la loba" y ella te enseñara una cosa....una cosa del alma...".


La loba nos promete que , si cantamos la canción, podremos conjurar los restos psíquicos del alma salvaje y devolverle su forma vital por medio de nuestro canto. La fuerza personificada por "la loba" encierra en sí el pasado personal ,y el antiguo, pues ha sobrevivido generación tras generación y es más vieja que el tiempo.


Entre los lobos ,cuando la hembra deja a las crías para ir a cazar, los pequeños intentan seguirla al exterior de la guarida y bajar con ella por el camino. Entonces ella les ruge, se abalanza sobre ellos y les pega un susto de muerte para obligarlos a huir y regresar corriendo a la guarida. La madre sabe que sus crías aún no saben valorar y sopesar a otras criaturas. Ignora quién es el depredador y quién no. Pero a su debido tiempo ella se lo enseñará por las buenas o por las malas.


Las lecciones básicas que una madre loba les da a sus crías acerca de los depredadores, son:


Si es amenazador y más grande que tú, huye.
Si es más débil decide qué es lo que quieres hacer .
Si está enfermo déjalo en paz.
Si tienen púas, veneno colmillos o garras afiladas , retrocede y aléjate en dirección contraria.
Si huele bien, pero está enroscado alrededor de unas mandíbulas de metal, pasa de largo.


Cada año nacen lobeznos. Suelen ser unas criaturitas de ojos adormilados con el oscuro pelaje cubierto de tierra y paja y no paran de gimotear, pero que inmediatamente espabilan y se muestran juguetones . Son criaturas encantadoras y solo quieren estar cerca y recibir mimos. Quieren jugar y quieren crecer.


La enseñanza de la resistencia se produce en toda la naturaleza. Cuando nacen los lobeznos , las almohadillas de sus zarpas son tan suaves como la arcilla. Y sólo se endurecen gracias a los paseos, vagabundeos y caminatas que les obligan a hacer sus progenitores. De esta manera pueden encaramarse y saltar sobre la afilada grava, las punzantes ortigas e incluso los vidrios rotos sin lastimarse.


He visto a madres lobas sumergir a sus cachorrros en las corrientes más frías que se pueda imaginar, correr hasta casi derrengar y agotar al cachorro y seguir corriendo a pesar de todo. Lo hacen para fortalecer a su dulce y pequeña criatura, para aumentar su vigor y su elasticidad.
Es interesante señalar que entre los lobos, por muy enferma que esté , por muy acorralada que se encuentre y por muy sola, asustada o debilitada que se sienta, una loba sigue adelante.
Se acercará a los demás en busca de protección de la manada. Intentará por todos los medios resistir, derrotar con su ingenio, dejar atrás y sobrevivir a cualquier cosa que la esté acosando. Pondrá todo su empeño en ir respirando poco a poco. En caso necesario, se arrastrará de un sitio a otro hasta que encuentre un buen lugar ; un lugar curativo, un lugar donde recuperarse.
La marca distintiva de la naturaleza salvaje es su afán de seguir adelante. Su perseverancia.
Allá arriba en el norte vi una vez una vieja loba que sólo tenía tres patas; era la única que podía pasar a través de una grieta donde crecían los arándanos. Otra vez vi a una loba gris agacharse y pegar un brinco tan rápido que por un segundo, dejó la imagen de un arco de plata en el aire. Recuerdo a una loba muy delicada, una recién parida todavía con el vientre deformado, pisando el musgo del borde del etanque con la gracia de una bailarina.
Y , sin embargo , a pesar de su belleza y de su capacidad para conservar la fuerza, a las lobas se les habla a veces de la siguiente guisa: "Estás demasiado hambrienta, tienes unos dientes demasiado afilados, tus apetitos son demasiado interesados".


LAS DIFICULTADES


Jamás resultan más ridículos los lobos que cuando pierden el rastro y se esfuerzan por volverlo a encontrar. Pegan brincos en el aire; corren en círculo; husmean el terreno; rascan la tierra, echan a correr, retroceden y se quedan inmóviles como estatuas.
Dan la impresión de haber perdido el juicio, pero lo que en realidad están haciendo es seguir todas las pistas que puedan encontrar. Se las tragan al vuelo, se llenan los pulmones con los olores que perciben al nivel del suelo y al de sus hombros, saborean el aire para ver quién ha pasado ultimanente por allí y mueven las orejas como antenas parabólicas captando las distantes transmisiones. Una vez que han reunido todas las pistas en un sitio, ya saben lo que tienen que hacer.

A veces cuando aparece un intruso los lobos gruñen, ladran e incluso lo muerden, pero otras veces se retiran hacia el lugar donde se encuentra su grupo y se sientan como se sentaría una familia. Se limitan a permanecer sentados y respirar juntos; las cajas torácicas se hunden hacia dentro y se proyectan hacia fuera, suben y bajan.
Se concentran en sí mismos, preparan de nuevo su terreno, regresan al centro de sí mismos y deciden qué es lo más importante y qué hacer al respecto. Llegan a la conclusión de que "de momento no van a hacer nada, se limitarán a permanecer sentados y a respirar, se limitaran a balancearse juntos".
Cuando lo lobos perciben el placer o el peligro, lo primero que hacen es quedarse absolutamente inmóviles. Se convierten en estatuas concentradas para poder ver, oir y percibir en su forma más elemental qué es lo que ocurre.
La naturaleza salvaje es la capacidad de ver lo que tenemos delante gracias a la concentración y al hecho de detenernos , mirar, olfatear, prestar atención, sentir y saborear.
Por regla general ,los lobos evitan los enfrentamientos, pero cuando tienen que defender su territorio o cuando algo o alguien los acosa o los acorrala sin cesar, estallan con la impresionante fuerza que les es propia. Ocurre muy raras veces, pero la capacidad de expresar su cólera figura en su repertorio.


LAS RELACIONES


A los lobos se les dan muy bien las relaciones. Cualquiera que haya observado el comportamiento de los lobos se habrá dado cuenta de la profundidad de sus vínculos. Las parejas suelen ser de por vida. Aunque se registren conflictos y desacuerdos entre los miembros de la pareja, sus fuertes vínculos les permiten superarlos y conocer juntos duros inviernos, numerosas primaveras, largos paseos, nuevas camadas, viejos depredadores, danzas tribales y cantos corales.
La vida instintiva de los lobos se caracteriza por la lealtad y unos vínculos duraderos de confianza y afecto. La integridad de sus relaciones deriva de su sincronización con la antigua pauta de toda naturaleza, el ciclo vida-muerte-vida ; o sea :nacimiento, desarrollo, declive y muerte, seguido siempre de un renacimiento.
Las cumbres y los valles están simplemente ahí y los lobos los recorren con la mayor eficacia y naturalidad posible. La naturaleza instintiva posee la prodigiosa capacidad de vivir todas las circunstancias positivas y todas las consecuencias negativas sin interrumpir la relación con el Yo y con los demás.
El lobo afronta los ciclos de la naturaleza y el destino con buena voluntad e ingenio y con la paciencia necesaria para permanecer unido a la propia pareja y vivir lo mejor que se pueda. Como los lobos y otras criaturas, el alma y el espíritu pueden vivir con muy poco y a veces pueden pasarse mucho tiempo sin nada.
Me fascina la forma en que los lobos chocan unos con otros cuando corren y juegan , los lobos viejos a su manera, los jóvenes a la suya, los flacos, los patilargos, los rabicortos, los de las orejas colgantes, aquellos cuyas fracturadas extremidades se soldaron torcidas. Todos tienen su fuerza corporal y su propia belleza. Viven y juegan de acuerdo con lo que son , quiénes son y cómo son. No fingen ser lo que no son.
Los lobos llevan unas vidas inmensamente creativas. Toman a diario docenas de decisiones, deciden si ir por aquí o por allá, calculan la distancia , se concentran en su presa, sopesan las posibilidades, aprovechan la oportunidad , reaccionan con fuerza para poder alcanzar sus objetivos. Tienen habilidad para localizar lo escondido , unir sus intenciones, concentrarse en el resultado apetecido y actuar en consecuencia para conseguirlo.

7 comentarios:

Genín dijo...

Que post tan curioso...
Salud

Cirulaxio dijo...

A veces para poder ver mejor el camino, los humanos necesitamos olvidarnos que lo somos. Y ser más bestia.
El camino, la vida, como actuar o porqué no hacerlo. Es todo un poco lo mismo.

Florecita dijo...

Genín, como la vida...

Cirus, recuerde que somos cachorros humanos... cachohumanitos... los caminos, las vidas... un abrazote inmenso desde aquí...

Z E N dijo...

Este post me encantó...

Podría pasar por casa que le deje arriba de la mesita algo para Ud.?
Un beso grande.

F e r n a n d o dijo...

Si bien esto es entre lobas, me permito entrar.
Hermoso.
Me habías nombrado a este libro, o fue Rochs? (se me confunden a veces...)

Me dieron muchas ganas de actuar con la inteligencia natural de los lobos. Con pericia y escuchando lo que la vida nos señala por sí sola.
Te felicito, impecable y muy interesante para releer.

Un abrazo fuerte en estos momentos de tantos cambios.

(PD: Isabel pintó su parque, quiere sacarle una foto para enviártela. La sacaré con el celular cuando vaya así vez qué lindo quedó).

Interesante, muy interesante esto. Mucho contenido para aplicar y abrir nuestros ojos a la naturaleza.

Faby dijo...

"Es interesante señalar que entre los lobos, por muy enferma que esté , por muy acorralada que se encuentre y por muy sola, asustada o debilitada que se sienta, una loba sigue adelante."

q fuerte poder seguir el ejemplo q ellas no dan.

besotesssss♥

Florecita dijo...

Zen, ya pasé por mi regalito y me pusé bien contenta!!!

Fercito... la madre naturaleza siempre nos enseña... tan perfecta, tan balanceada hasta con sus desastres que nos muestran que todo está en movimiento... lo más seguro que a Rochs o a usté le hablé del libro es de los que siempre recomiendo... espero por la foto de Isabel... besitos para usté y para ella y Néstor...

Fabus... nos enseñan siempre... siempre... le mando un abrazote de oso!!!!