60 MILES EAST

A la primera que conocí fue a Malvina, ella planchaba en casa de mis padres... dejó el planchao para irse en yola, creo que nunca llegó, Malvina se parecía a la madre de Memín, tenía la sonrisa más blanca y más pura que puedan recordar mis ocho, mis nueve años tal vez... Malvina era gorda, con unos brazos como abanicos... Malvina me enseñó que los choferes de carro público eran tipos de cuidado... porque ella veía como los muy malvados les rozaban las teticas a las niñas que se montaban alante... ha llovido mucho y las palabras de Malvina se quedaron...

El segundo que se fue en yola fue el Papo, mi primo que hoy más modestamente usa su nombre, Eddie, es empresario en Puerto Rico, porque el vientre de mi tía Gertha era noble... tuvo todas las razas desde la negra hasta la caucásica... el Papo... blanco, rubio y ojos verdes... comió mierda... porque pasó unos 15 días encaramado en un palo hasta que la guardia costera despejara la zona... comió mierda literalmente... recuerdo las lágrimas de su familia en Sabana Cruz... el Papo llegó y lo primero que mandó fue su voz grabada en un cassette tal vez marca Maxell.... le pedí al Jony su hermano que no lo hiciera... el sabía que su hermano mayor no comería mierda, bebería pis... que no era tan vivo como él... posiblemente sería carnada pá los tiburones... y lo bueno de tener estas vivencias es que como le digo a la gente, a esa que conoce de a de veras el Florecita Zen Style, el porque no me apego de las cosas... y así ahora esta peli, que ojalá llegue a esta media isla... porque la corrupción es denunciada... porque como dice el tipo de la peli: "pá comerse un huevo hay que ponerlo"... porque el mar jiede a vivos... porque la desesperanza es grande... el viernes mientras miraba las estadísticas del descenso de la sobreedad en las Escuelas Públicas... la incongruencia... los jovencitos que tienen que dejar la escuela para buscársela... porque hay hambre, mucha hambre... hay gente que se desayuna, con suerte, a las tres de la tarde... y la pobreza es mucha detrás de la gran sonrisa... y me duele, me duele mucho... tal vez lo poquito que haga ayude tal vez a Pascual, el negrito más bello con cara de galleta de chocolate... yo no sé... hay veces, que canto como Yuri Buenaventura... ¿Dónde estarás? y Él, por supuesto que me sonríe... aunque a veces gris es el color...