Muchas horas... y faltan más...

Muchas horas de trabajo en los últimos días, mucha felicidad y mucho cansancio, cambios en moneda extranjera para los sueños... para lo que voy creando...

Pues el que me conoce sabe que trabajo poco en cantidad, algunas horas al día, para poder nadar, cocinar en el Cielo, leer, meditar, ir al cine y tener mi vida, pocas horas que pueden ser densas porque contener las necesidades del otro drena emocionalmente... así que ahí vamos...

En los últimos dos días diez horas de taller con maestras de nivel inicial... el tema, mi favorito: Moverme para aprender, pero con dinámicas que son movilizadoras, that's my style, muy poca teoría, mucha práctica, porque como decía Mary Whitehouse 'me muevo, luego existo'... y el que pueda consiga Zoom, el libro de Istvan Banyai, yo lo tengo en pdf y tengo el Re-Zoom que conseguí andando por ashá por Buenos Aires... pero bueno el tema es que toy felí, ay señores porque cuando yo veo las transformaciones que van pasando... porque al principio, por más extrovertidos y movidos que seamos los dominicanos, siempre hay cierta ansiedad por la mirada del otro, sobre el taller, qué carajos es esto de combinar el movimiento y la educación????

Pues bien, comenzar con el respeto, cada cual en su lugar, como ES, enfoque humanista le llaman, pero no desde la palabra, desde lo intelectual, sino desde comenzar el taller con lo conocido, una presentación formal mediante la palabra, para hilvanar los gestos, recordar los gestos de la otra: cómo observo, qué tan presente estoy, cómo me ven los demás... y van surgiendo las ideas... desde un caldeamiento en la técnica de Marian Chace, recorriendo el cuerpo, los segmentos corporales, reconociendo el propio esquema corporal... sentirse, percibirse, conectarse (y siempre estás conmigo Ernesto... igual estuviste en Brecha, en el Premier y en San Telmo... recuerdo tus lágrimas y tu sonrisa... qué ganas de un abrazo... de este despertar el cuerpo, sentir el espacio propio, el ritmo... la comunicación que surge... la brecha...

La apertura para comenzar con todo Winnicott, cada uno de nosotros cuando nace no sabe que tiene un cuerpo... adquirimos nuestra conciencia de cuerpo gracias a los cuidados maternos (y el concepto madre es la persona que cuida)... el primer diálogo es tónico, los acuerdos, los desacuerdos hacen surgir la conciencia... gracias al otro (estoy es muy lacaniano, véase el estadio del espejo) adquiero mi imagen... soy gracias a otro que me ayuda a ser...

Analizar entonces los conceptos: El movimiento que es igual a vida, la niñez y el movimiento como recurso para explorar, conocer, aprehender, comunicar... mientras voy haciendo (con un hacer en el que sólo importa el placer no los resultados) se adquiere la noción de sí mismo... El verdadero Self... por eso es tan importante que los niños y las niñas puedan explorar y conocer su mundo sin la dirección del adulto... (aquí siempre me quieren matar, cómo qué no necesitan dirección) pues NO, espontáneamente el niño y la niña dicen lo que necesitan, observen un bebé: come cuando tiene hambre, se acerca a lo que le llama la atención... no son esponjas esperando ser llenadas de tal o cual líquido, son seres vivos, llenos de potencialidades... el ADN nos dá la razón... necesitan el espacio necesario y la seguridad emocional y los límites de los adultos, pero no necesitan que le enseñemos, el que necesite bibliografía se la presto, porque eso lo dicen los que saben...

Y es tan potente poder darse cuenta de esto, observen, observen, en silencio... y se darán cuenta...

Bueno... de ahí, desde ese punto del taller, trabajar la creatividad, el proceso creativo que se da con alegría, mediante la comunicación, la próxima maestra que pida silencio en uno es porque niega la creatividad... crear, respetar las producciones, acompasar los ritmos, dar espacio para la pausa para poder apreciar lo que se ha hecho...toy cansá, toy buchua y toy felí...