Ayer de nuevo volvía de un sueño, recordaba el tiempo en el que era niña y las aceras de la zona eran altas... recuerdo que me hice mujer cuando ya las piernas alcanzaban sin problemas, cruzando por ahí por las Mercedes esquina José Reyes, para tomarme un frío frío y perderme en la ciudad que es ignorada... y hoy ando con ella metida en la cabeza... su nombre es Carmela, había roto fuente y se encontraba llena de dolor y de ternura... otro espejo de los muchos que se esparcen por los caminos que voy abriendo... en movimiento, moviéndome, siendo movida...
El cielo está gris pero los pájaros cantan, las palomas tal vez dejen más plumas en mi baño... a él, realmente no le importa... a mí me ha dejado de importar... ocho horas, nueve horas... los paños tibios... y Carmela en mis recuerdos... la ternura y el dolor... las polaridades junto al vino del miércoles a la noche... porque todo se junta, no hay separación... respirando un instante contigo... y dejando que mis ojos te devuelvan a cada instante... mi instante, el que viví... diferente a muchos otros, igual a muchos que vendrán...
Aquiles habló conmigo, me regaló dos pulgadas, las faltantes para poder tomarme yo misma del talón, participando de un asana que me lleve al abismo... se necesita espacio para volar, por eso no me gustan las paredes... sí los pisos, la tierra... los árboles... las alas... y Aquiles ríe, porque sabe que lo recuerdo parecido a la imagen desnuda de Brad Pitt... vaya usted a saber... me muevo... respiro... avanzo... él también vuela... ocho horas hasta su casa... aunque intuyo que tenga muchas casas... colgadas de sus ojos, de las fotos de las serpientes y los cocodrilos... se cruzan las historias... la catarsis se convierte en algo... las formas... no quiero formas... contenidos... inconsciente... meto la mano en el bolsillo y encuentro papelitos de colores... las estrellas brillan aunque sea de día... los sapos son húmedos y les tengo asco... junto palabras... quiero un analista jungiano en Santo Domingo... la espera hace que me emborrache de deseos... algo nace... algo muere... nacimientos... un coágulo que espera a ser echado por la alcantarrilla... los monos miran... la ciudad todavía duerme... la barriga llena por lo tanto el corazón contento... la belleza... el mar... flotar... dejarme llevar... las palabras cuentan igual que el cuerpo... Carmela me contó de su belleza... hizo un parentésis ahí entre la niebla... yo me agaché despacito y con las alas escondidas tras el pelo le tiré polvo de hadas... entre el chiquero y la gente pasando... ahí ella y yo conversando... trasmutándonos... la alquimia es juego de locos y de niños...
Foto por Florecita, Carmela casi pariendo... Costa Rica, mayo de 2007.
1 comentario:
hola florecita, te tengo abandonada querida...sabes que estoy aunque no dé señales, te escribo...
un abrazo así de fuerteeeee!!!
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