Y entonces así como quien no quiere la cosa me invitan a pasarme un finde en Jarabacoa, más específicamente, en Buena Vista... allí para comenzar el año rodeada de verde, de azul, de nubes y llovizna y dei fríiiito al que gracias a unos Aires se acostumbró... luego de la jornada con las chicas en Unibe, y la sensación tan grata de haberse regalado mutuamente lo que necesitaban... el "ejercicio" del objeto en el centro, la observación del objeto desde una coordenada que luego sería cambiada... la co-construcción del objeto-sujeto en la realidad... vemos lo que queremos, dependiendo de nuestra ubicación... ya días antes en otro taller para maestras alguien comentaba que era sentirse parte de algo que estaba conectado o la otra metáfora del agua hirviendo... agua completa, contenida con las burbujitas que emergían a la superficie... así vamos creando, así vamos siendo... mientras preparaba mi bultico para el viaje... comenzarlo con Isabel y Ana, madre e hija, la chiquita paciente de una época y observar la danza de esa relación... la danza con Lalo, el chihuahua que me violó par de veces en la estadía... primera parada un colmado en la autopista Duarte, buscando una fría... para recibir como respuesta: enetelugarnovendemoniarcoholnisigariyos... diantre, la suerte que yo no bebo y cuando decido me sale evángelico el colmado... seguir la ruta y conseguir otro colmado... ahí me trataron tan bien que hasta me querían comprar el ombliguito... ayyyy no puedo, soy sexy y no lo niego... seguir de largo par de veces en la carretera porque la conversación taba muy buena... llegar a La Vega, buscar a Rosanna y Ana, dejando la bicicleta allá para tener espacio... la neverita eso sí llena de zapatos... y así llegar al sitio, sin pausa pero sin prisa... caminando entre el lodo reconociendo un primer trayecto... las coordenadas inexactas que nos llevarían a unas piedras líndisimas y a la propiedad de un tal Luis Abréu, que me hizo sentir como en el Titanic, sin agua, pero con mucha eternidad colgada de ese mirador preñado de verde... ya el orden no importa... los monjes, allá con el Mogote de fondo, la Sexta y saber que la oración en ese momento me conectaba a miles de desconocidos que en algún otro momento estaban conectados con su SER... la buena noticia de que Juan, el monje que es todo un papi, y los demás monjes, han hecho voto de vivir siempre en el país... o sea, que podría hacerlo salir de monje... la comida, la cantidad de comida y su sabrosura... los chistes de don Monche, la carita tan linda de doña Ana desgranando guandules y ofreciéndome uno de 7 granos para poder soñar con la cara de mi amado... las historias cruzadas entre las familias, el parque en Jarabacoa llleno de reggaetón y Brugal, el karaoke lleno de sus empleadas, que se desgañitaban a ver si nos quedábamos, la copa de vino más cara del mundo y el servicio de dulce de leche, de cajuil y de naranja... el Nirvana con estrellas... las largas caminatas jugando a ser Heidi en la montaña, las conversaciones, la rapadura con coco, el bizcocho de zanahoria, la carne de soya, las meditaciones en la cama con el gallo de fondo, las ocurrencias de Rosanna, sus olvidos y salidas... en fin que el finde fue super bueno... las imágenes como siempre volando... las alas creciendo chin a chin mientras todo se conecta... porque como dicen por ahí... interexistimos... así me volví montaña, sancochodehabichuelas, gallo, trabajador, amiga, bailadora de salsa... metida en la cajita que a veces miro en el espejo, mientras alguien por debajo me guiña el ojo y me invita a dar el salto... chutuplún otro fin de semana, la playita, la montaña, no hacer nada serlo todo a su debido tiempo...