De la serie belga... le metro...

En estos últimos días le ha dado por tomar el train... asuntos consulares y demás yerbas... el tema es que a Florecita le encanta leer, aprender y hasta escuchar tele en neerlandés y se siente tan feliz de entender algunas palabritas... en el tren desde Antwerp hasta Bruxelles toma el periódico gratis y luego de entender varias palabras mira por la ventana... como siempre la Florecita chiquita que vive dentro de ella vuela, salta y se viste con la bata de dormir de Heidi... así las pequeñas estaciones le acuerdan que hay mucha vida en este Universo, no todo es la gare centrale mon chou... los asuntos consulares llevan al sazón del mismo acento, al protocolo de los papeles... a Luis que fue todo un amor con su amabilidad... pagar los taxis más caros de la bolita del mundo para estar a tiempo... para que todo marche viento en popa para que el viernes las traducciones estén listas... así el paseo no tan paseístico a Bruselas... caminar por Uccle y comer un falafel que me haría extrañar al falafel de la zona... y miren que el señor hablaba tres palabras en español... porque Bruselas es muy francés... y el señor habló de su hija que había pasado unas vacas en la isla... y siento que la amabilidad esta en todas partes... comenzando por los corazones... caminar hasta la estación y esperar allí para la vuelta... la suerte del Yoga es que cualquier tiempo de espera es bueno para japa... así en la cabeza el mantra va, brincaquetebrinca... y los acentos se mezclan de vuelta a casa... a la derecha las ecuatorianas que hablaban del pastor y del maquillaje... el neerlandés que parecía cibaeño con lo duro que hablaba... el apartado del mundo con su mp3, las doñitas inglesas con su acento... y allá afuera mucha vida... el estacionamiento de bicicletas... cada uno con sus pedales... llevando hacia adelante la vida...