Subir la montaña no fue tarea fácil, en el 2004, los amigosypanasdelapista (varios) me acompañaron... allí entre 7 u 8 horas llegamos hasta el Valle del Tetero... los caminos... el camino... transitarlos... mientras somos transitados... así como hada voy bailando... en ese lugar medité, reí, corrí, canté, acaricié a Cherry, la cachoperrita guía... tejiendo lo que hasta hoy llega... una montaña, subir una montaña, convertirme en montaña... ser humano... ser mujer... en estos momentos de comenzar otras huellas... de respirar otro aire que es el mismo aire... desde la Bitácora cuadernil hasta la Bitácora virtual... historias que se mezclan... montañas como viajes... viajes como la vida... el amor en el medio... bailando, dejándose amar...
Bitácora de la Mujer Maravilla.
Valle del Tetero, Jarabacoa, República Dominicana.
El 5 de marzo del 2004.
Sentir la montaña, descubrir la vida, estar ahí toda, juntita, completa. El ser o la nada...subir, caminar o quedarme estática.
La aventura comenzó, había que adecuarse, sentir el cuerpo de otra manera: los latidos, la respiración, más la altitud, el cambio de terreno, mi lugar y este nuevo lugar desconocido, la montaña. Así como la vida, cual bebé que crece, que viene de un lugar cómodo para descubrir, desarrollarse y dejar su huella, construyéndose un camino.
Caminar, caminar como Juan el del Último Instante, sentir la montaña, nuestros ritmos acompasados, ni más ni menos, ahí yo, ahí ella. El esfuerzo de no sobrepasar el límite, el autocontrol, conocernos, dialogar, comprender, esconder, callar, mientras el olor a verde, a puro, el momento, el instante... Subir, sentir el cuerpo, más que un cuerpo aislado o solitario un conjunto, que va desde las huellas de otros hombres y mujeres, del camino allanado por las mulas, por los guías, por los perros, por la mierda... el cuerpo allí en el lugar de los otros sin los otros pero conectados...la comunidad de las piernas, de los brazos, del sudor, del cansancio, del éxtasis.
Subir, caminar, parar, descansar, todo en el momento justo, junto al cansancio el abandono, encontrando la vista que te abre el pecho y te habla de Dios, de los dioses y su magnitud, la pequeñez, la grandeza del paisaje, el reflejo del momento. La amplitud, la abundancia, el esfuerzo casi hasta la muerte para levantar luego la mirada y simplemente respirar, tocar el sudor de la cara con los dedos y vivir de cara al infinito, estando uno con la eternidad.
Las bajadas, las subidas, el camino llano todo ese engranaje de la vida... el rompecabezas, la esperanza, el desaliento, la confianza, la paciencia, el dejarse ir... el viento en la cara, la humildad de otros seres como Cherry, la perra blanca y muy coqueta, de patas limpias y lengua suelta, hasta llegar a los Canela, sabiduría de bien adentro, de la loma, del ojo del mundo.
La llegada, el remanso de paz, la esperanza, el paisaje, todo cubierto de colores, sonidos... la paz entre ese estruendo de estímulos, la felicidad tras el cansancio y el agua fría, las mariposas, el viento helado, la libertad.
Ser o no ser, estar o no estar... quedar, permanecer, encontrar adentro lo que está ahí fuera: la vida, la montaña, dos fuerzas opuestas pero iguales, uno visto desde cada ojo hasta crecer.
Bajar, volver, regresar... la diferencia de los pasos, del paisaje, del lodo y sus figuras, del esfuerzo, uno cambia en un segundo, el baño es diferente en el mismo río... la diferencia al sentir el cuerpo desde otro lugar, ya a la vuelta.
Decir adiós a un lugar que se lo lleva muy adentro, en la paz, la gratitud, el coraje de amor por la vida que fluye a cada paso y en las pisadas de todo momento en este lugar.
Foto por Florecita por allá por el 2004.
4 comentarios:
que comunión escrita y que sentida y además bien sentida. No cese de preguntarme como pudo volcarlo tan bien, tan genuinamente.
usted sabe q para mí es MUCHO MAS que admirable lo suyo? le juro...
me saco el sombrero Flor, y estoy más que segura que esa montaña la va a estar esperando siempre.
LQMMM♥
Claro, tienes razón, en eso consiste la vida, escalar montañas, bajarlas, llanear, cansarse descansar, caerse...Levantarse ¡ Que importante es levantarse!
Y saber ver las segundas oportunidades que ofrece la vida!
Besos y salud
Mi tió, pastor toda su vida en los rebaños de la alta ontaña prienaica me dió un consejo, subirmuy despacio y nunca, nunca, nunca más alto de lo qeu alcanzaría una vaca
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