Hoy el día comienza con sol, mientras la pantalla va armando el trabajo con ayuda de los dedos... a media mañana alguien llama y me invita a ver la película... The Fountain de Darren Aronofsky... entonces la tarde sirve para darme cuenta de que las sincronicidades son parte de mi respirar... porque hace días hablaba de lo mismo con ella, con él... , sobre el amor, sobre la muerte, sobre las enfermedades, sobre la espiritualidad... sobre la fragilidad... sobre todo esto que vamos siendo en el Universo...

Y la música me transporta y se siente algo ahí entre la tripa y el corazón... caminando... y se suceden las imágenes en la pantalla, los símbolos y ese gran árbol que una vez ví junto a un chamán... ese árbol que tantas veces abrazo cuando estoy triste y necesito de su savia... y en algún momento me llegó el pensamiento de que las batallas cuerpo a cuerpo ya no se dan... tal vez por eso la deshumanización...porque las batallas son mentales, como si fueran de un otro que lucha... porque mi yo no es mi yo y en este momento me duelen las tantas muertes de mis tantos otros que quedaron ahogados entre el lodo, entre la mierda... porque habrá eternas cicatrices más no eternos dolores ni sufrimientos... porque me acosté un día en una noche oscura a ver las estrellas y tomándole la mano a Víctor supe que si es tan lindo allá afuera es porque aquí dentro es más hermoso... porque el microcosmos y el macrocosmos es lo mismo...

Me lleno de imágenes y la tristeza se siente... el mucho hacer de estos días la había diluído un poco... hoy decantó... siento tristeza, soy humana, me parto en muchos pedazos y surgen nuevos huecos para que pase la luz... hay fuentes eternas... cierro mis ojos, desde hace 16 años los voy cerrando y los sonidos han ido penetrando mi alma... los pies toman una dirección... siguiendo a las alas... entre el verde, el violeta y a veces el azul...